Casi parece una historia de cine: El especialista que se pasa de los saltos de riesgo a la dirección de películas para acabar dirigiendo una película donde especialistas dan saltos de riesgos. ¿Cierto? Pues esa es la historia de David Leitch y la película "El especialista" o "The Fall Guy"

Colt Seavers, doble de acción, está acostumbrado a explotar, recibir golpes, disparos, dar vueltas de campana y caer desde grandes alturas, se aleja de las pantallas a causa de un trágico accidente, pero cuando su amor perdido le pide que sea el especialista de su primera película, no puede decir que no. Lo que parece una simple historia de amor empezará a complicarse cuando le piden a Colt que busque al actor principal de la película. 

De especialista a Director

La historia de David Leitch es curiosa. Empezando como doble en los años 90, llegó a participar en grandes películas como Blade y a ser el doble de actores como Brad Pitt o Jean-Claude Van Damme, de ahí escaló a director de dobles y de segunda unidad. Saltó a la producción por una película poco conocida y que, por supuesto, no se considera de las mejores películas de acción del siglo XXI: John Wick. ¡Casi nada!

Pero decide no quedarse ahí y salta a la dirección y llega con un la película Atómica y un cortometraje de Deadpool, que le granjeó la oportunidad de dirigir Deadpool 2, y más oportunidades, como Fast and Furious o mi queridísima Bullet Train.

Y tras esta carrera de infarto nos trae El especialista, donde meterá parte de pasado con parte de su presente. Stunt y dirección. Todo junto. Y lo hace de una forma magistralmente divertida. 

¿Un homenaje a los especialistas?

Una de las vertientes de marketing, voluntario e involuntario de esta cinta, es que rinde homenaje a los especialistas, ¿pero es esto real? La verdad es que no. No quiero tampoco caer en el spoilers, pero no quiero que vayáis con unas expectativas que no son. No, no es una película que rinda homenaje a esta parte del equipo de producción de una película. 

El especialista y su oficio no es más que el pegamento que une esta historia y que, de cierta forma, le da la gracia, pero el núcleo de la cinta reside en la historia de amor entre el personaje de Ryan Gosling y el de Emily Blunt. 

Lo cual no quita que tengamos momentos en los que veamos esta profesión reflejada, como en los rodaje dentro del propio rodaje (¡¡¡METACINE!!! AAAAHHHHH!!!) o alguna que otra criticilla a lo poco valorada que está esta profesión, pero no deja de ser algo anecdótico. 

Un misterio poco serio

Nos enfrentamos a una trama poco seria, con momento extremadamente dramáticos y motivaciones de personajes de lo más cuestionables, lo que nos hará no empatizar demasiado con los personajes, pero da igual, porque la gracia de la cinta reside en esta sobre exageración de todo (aunque sin llegar a rozar el absurdo). 

La cinta va a intentar hacerte reír por todos los medios y, desde mi opinión, lo consigue bastante bien. Tiene un humor muy acorde a su tono general de la cinta, lo cual es más difícil de lo que parece, y pese a las poquitas personas que hubimos ese día en el cine, todo el rato teníamos una carcajada de fondo. Buena señal. 

Por el resto, una película correcta en ejecución, buena fotografía, buen montaje (aunque no tan dinámico como el de Bullet Train), escenas de acción interesantes y que intentan ofrecer algo nuevo y unas buenas interpretaciones. 

Conclusión

Esta es una película para aquellos que quieran partirse el ojete. Tan claro y sencillo como eso. Ve a divertirte, pasártelo bien y disfrutar de los portentos que son Emily Blunt y Ryan Gosling (aunque Aaron Taylor-Johnson no se queda atrás, ojo). Si vas con esas expectativas, va a ser una gran película. 

Eso si, verla en cine siempre es un plus, pues esta exageración se verá bien acompañada de lo magnificente que es la pantalla y el sonido de una buena sala de cine. 

About The Author

Deja una respuesta