Hoy os traigo una serie ya concluida de la mano de Tony Basgallop, que recientemente trabajó en la serie El consultor, y que podemos ver completa en Apple TV+. Y la serie es Servant.
Esta serie sigue a una familia formada por la pareja Dorothy y Sean Turner que, tras la muerte de su hijo de apenas trece semanas empiezan a experimentar problemas en su matrimonio y para superar el duelo la pareja se somete a una terapia de objeto transitorio usando un muñeco reborn, para el cual contratarán a una niñera, Leanne. Y entonces, todo empezará a torcerse.
Aclaración, un bebé reborn es un muñeco hiperrealista. Estos bebés son principalmente para coleccionismo pero hay unas tendencias terapéuticas para usarlos a modo de sustitución de un bebé recientemente perdido y así ayudar a lidiar la pérdida o a sustituir al bebé si el padre o la madre se niega del todo a aceptar la pérdida.
El terror en el hogar
Empecemos por lo básico, es una serie de terror. Y arranca de la mano del aclamado director M. Night Shyamalan. No es este terror tan expositivo y explosivo que podemos ver en gran parte del género, si no que es un terror más subyacente y malrollista, que es lo que caracteriza un poco al estilo de este director en sus películas y que imprime en el ADN de esta serie.
A lo largo de esta serie el núcleo va a ser Leanne y su relación con la familia y con Jericho y como esta dinámica va a llevar a una serie de sucesos de lo más inquietante con toques sobrenaturales que conseguirán helarte la sangre y retorcerte el estómago. Es que hasta el muñeco da un mal rollo increíble. Y se supone que es terapéutico.
La serie se centra mucho en la dinámica familiar de nuestros protagonistas, en la lucha de egos de un matrimonio, en los familiares cercanos, representados principalmente por Rupert Grint, que es el hermano de Dorothy, y en este nexo de dichos problemas que es Leanne, que será la encargada de mover y crear estos conflictos al igual que traernos estos elementos de terror, elementos sobrenaturales y elementos religiosos. Y al final, estas relaciones son el núcleo de la serie.
Personajes atractivos
A nivel interpretativo estamos ante un gran trabajo, sobre todo por Lauren Ambrose, que le da una vida a la traumatizada Dorothy muy bien hilada, con muy buenas punzadas y que nos dará uno de los climax emocionales más grandes que he visto en mucho tiempo en un capítulo concreto de la cuarta temporada. Muy bestia. Pero el resto de sus compañeros no se queda atrás, mencionando por supuesto a la joven, que nos helará el corazón con su papel de Leanne.
Pero realmente todos los personajes tienen su peso y su importancia y están muy bien construidos, teniendo personajes sólidos, característicos y fácilmente identificables. No se sienten artificiales, fuera de la lógica de la propia serie claro, y no te llegan a sacar. Y el ejemplo más burdo que se me puede venir a la mente, es Rupert Grint, que es relacionado por el imaginario colectivo a su personaje más famoso, que es Ron Wesley. En este caso, no nos trae el recuerdo de ese personaje, si no que vemos claramente a Julian. Y eso es gracias a la construcción de personaje tanto por parte del guion como por parte de su interpretación.
El guion también está muy bien escrito y llevado, manteniéndonos en la coherencia de la serie todo el rato por medio de las conversaciones, la fotografía es muy constante en sus intenciones, lo cual se agradece en una serie con tantos directores y directoras implicados y, sobre todo, me encanta el trabajo del equipo de producción y de arte en la creación de esta casa que parece infinita, gigantesca e inexorable. Es que casi podríamos decir que la casa es un personaje más. Y eso es de agradecer.
Conclusión
Servant no es una serie para todo el mundo y tiene un toque de vista un poco asiático en el planteamiento del terror en la escena, por lo que si te gusta, la vas a disfrutar. Aún así, si eres amante del género de terror más occidental, dale una oportunidad, porque no te va a decepcionar y quizás te abra la puerta a un nuevo formato de lo más interesante.
Y recuerda, vigila a tus hijos pero sobre todo, vigila quien los cuida.
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